Alcoholizado y en contramano, destruyó el frente de una casa
Una camioneta que circulaba a alta velocidad por la zona céntrica terminó incrustada en el frente de una casa, en Güemes al 100. En la habitación destruida dormía una mujer adulta mayor, que resultó ilesa. El conductor de 22 años estaba alcoholizado y había circulado por 25 de Mayo en contramano. Bomberos liberó al joven, que había quedado atrapado.
Un accidente que podría haber tenido consecuencias mucho más graves se produjo en la madrugada del sábado en pleno centro de la ciudad. Un vehículo que circulaba a alta velocidad provocó importantes daños en el frente de una vivienda, tras incrustarse en una habitación cuya ventana da a la vereda.
El incidente se produjo alrededor de las 3.00 de la mañana sobre calle Güemes, entre Belgrano y 25 de Mayo. La camioneta, una Ford Explorer verde, era conducida por un joven de 22 años que circulaba por Boulevard Moreno, dobló en contramano por 25 de Mayo, volvió a girar por Güemes y perdió el control, de manera tal que impactó contra la vivienda.
El vehículo dio de lleno contra la pared de la habitación en donde dormía Vilma, una adulta mayor, dueña de la casa. “Estaba en estado de shock, no salí de inmediato, había un montón de gente cuando me di cuenta de lo que estaba pasando. Veía gente afuera y pensé que se había roto la cortina”, contó la mujer, que por fortuna no resultó lesionada.
Una unidad del cuerpo de Bomberos Voluntarios a cargo del cabo Jonathan Giovanettoni intervino para liberar al joven conductor, que había quedado atrapado en el interior de la camioneta.
“Verificamos que no hubiera pérdida de combustible, cortamos los circuitos eléctricos”, explicó el voluntario. El impacto del vehículo fue a pocos centímetros de las instalaciones de gas de la casa y hubo una pérdida que, de
acuerdo al relato de la propietaria, fue solucionada por un transeúnte que pasaba por el lugar en el momento del hecho.
Médicos del servicio de emergencias Same asistieron al conductor y le diagnosticaron heridas de carácter leves. Tras el accidente, certificaron que poseía un nivel del alcohol en sangre superior al permitido para conducir.
“El padre se presentó enseguida, no hay problemas con él, esta mañana lo trajo al chico. Estamos esperando que se solucione de a poco”, añadió la víctima el sábado por la mañana.
En su cuarto había un somier de una plaza en el que dormía plácidamente al momento del choque. El estruendo fue impresionante. La camioneta entró por la ventana que da al frente, tras romper la reja y la pared ubicada debajo. Un mármol que adornaba el marco quedó debajo de la cama, que fue arrastrada unos metros, con la señora arriba.
Con frazadas y maderas, ayudada por su hermano, también adulto mayor, quien vive en una casa pegada a la suya, la víctima tapó el orificio en la pared que quedó tras el choque. Sus llamados a la policía fueron insistentes, ya que temía que le entraran a robar.