Al asesino de mi perrita chihuahua
Sí, a usted le hablo, que el viernes 21 a las 19:15 paseaba con su perro por Belgrano al 150, lo llevaba sin correa ni bozal, y no se puede sacar a la calle a esos animales que están entrenados para matar. Y usted lo hizo. Ese día mi marido había regresado del trabajo y como siempre lo hacía, sacó a pasear por la vereda a Sofía, nuestra perrita. No había nadie en la calle. Minutos después llegó usted con el perro caminando a su lado, suelto, sin tomarlo siquiera del collar que era lo único que tenía. La perrita, cuándo lo vio se enloqueció, y empezó a correr, pero su perro corrió más rápido. Mi marido no pudo alcanzarla, ni usted a su perro ¿Por qué usted no? Porque no lo llevaba sujeto y así pude ver su trágica muerte. Usted ocultó su rostro siempre y no contestó lo que le preguntaban; cuándo su perro soltó a mi perrita, ya muerta y la dejó tendida en la calle, usted agachó su físico y se marchó sin decir nada y sin mirar nuestro dolor, sin pedir disculpas. ¿Quiénes hacen eso? Los Cobardes, los mal nacidos, los que no tienen corazón. Yo vuelco todo mi odio y mi rencor hacia usted, que nos destrozó la vida. No sé si podrá dormir tranquilo o su conciencia se lo reprocha a cada instante. No sabe usted lo que fue esa perrita para nosotros... ¡¡¡Qué va a saber si no tiene conciencia de lo que hace!!! Era dulce, buena, cariñosa, gran compañera, criada como una niña, con todos los mimos, hija de un campeón de su raza. Ella hizo varios desfiles y ganó varias medallas. No era una simple perrita y si lo hubiera sido, sería para ella el mismo amor, porque somos personas de bien, que respetamos al prójimo. Nos cuesta mucho, mucho dolor hacer estas líneas y estamos sufriendo mucho. Ahora le pido a los lectores que cuando vean a esos perros asesinos, que andan sueltos, que denuncien a sus dueños, porque hoy fue un animalito inocente y mañana puede ser alguno de ustedes o sus hijos. Ana L.C. 1.884.559