Adulterios: una puesta que le hace honor al texto
“Old Saybrook” es la pieza del libro de tres comedias en un acto de Woody Allen que dirige Salcho González y que cumplió el sábado su quinta función a sala llena –las entradas se agotaron varios días antes- en Cuarta Pared y este sábado harán lo propio en la Casa del Teatro de Santa Lucía.
El texto del genial director de cine neoyorquino no tiene fisuras, por lo que su puesta en escena es un riesgo: las actuaciones deben estar a la altura de lo que piden esos personajes.
Dos parejas amigas están en un living, a punto de comer un asado, cuando irrumpe en escena una tercera, conformada por los anteriores dueños de la casa. Son ellos quienes revelan la existencia de un diario íntimo que pone en debate la monogamia.
Belén Giménez, Carolina Tufilli, Bernarda Parra, Joaquín Berola, Marcelo Facio (foto), Chichón González y el propio Salcho González protagonizan la puesta. Algunos mejores que otros –hay quienes realmente brillan-, todos hacen honor a una pieza que si bien quizás no es de lo mejor de Woody Allen no deja de tener la impronta característica de su sello: parlamentos largos y complejos, diálogos que van y vienen sobre sí mismos y hasta un Mc Guffin claro que dispara todo lo que sobrevendrá.
Con vestuario del artista Lucas Zappula, la asistencia de dirección de Emilia Ravettino y la técnica a cargo de Augusto Fucci, Adulterio es una oportunidad imperdible para dar cuentas de que, además de los teatristas consagrados como Hugo Ramos o Santiago Altolaguirre, hay una generación activa que lleva el arte escénico hacia nuevos horizontes, con el siempre presente legado de nombres como los de Roberto Naso, José Cuscuela o Fernando García Herrazú.