Abuso y secuestro: qué dijo Maximiliano Ramos, el presunto “líder de la banda”, sobre el joven sometido sexualmente
En su declaración indagatoria, el detenido al que muchos sindican como "el jefe" del resto de los involucrados acusó al denunciante Pablo Visca y también cargó contra quien denunció abuso sexual. Aseguró que todo lo que el joven de 30 años refirió ocurrió pero que no hubo sometimiento alguno.
En el marco del caso que la fiscala María del Valle Viviani investiga bajo la carátula abuso sexual gravemente ultrajante y privación ilegítima de la libertad, La Opinión reveló parte de la declaración de Maximiliano Ramos, el imputado al que muchos señalan como el “líder de la banda” de la que formarían parte los involucrados, relacionada con la venta de drogas.
La primera parte de su declaración está centrada en lo que ocurrió el sábado por la noche en la casa del abogado Pablo Visca, primer denunciante del hecho y quien acusó a Ramos y al policía Carlos Devito de robarle un arma y un celular. El presunto “jefe de la banda” acusó a Visca de ser quien “proveía la droga” y hasta de ofrecerle ser parte de un presunto negocio relacionado con la explotación de mujeres y la provisión de estupefacientes.
En la segunda parte, el joven nacido en Baradero y domiciliado en Lobos hace dos años se centró en la víctima de abuso y privación ilegítima de la libertad con el objetivo de dejar asentado un relato que si bien no contradice muchos de los hechos denunciados sí se contrapone a su condición de delito, en la medida en que Ramos pretende sostener que en todo lo que ocurrió no hubo sometimiento alguno, como denunció el muchacho de 30 años.
Maximiliano Ramos dijo que estaba en San Pedro porque cada 20 días viene desde Lobos para visitar a su hijo, algo que hace asiduamente desde hace seis meses, según declaró. Había llegado a la ciudad ese jueves 21 de abril por la noche y fue a la casa de su hermano Lucas, en Rivadavia 1665, donde, asentó, estaban también lo detenidos Isaías Luppi, Ramiro Mansilla y el denunciante abogado Pablo Visca, con quienes, aseguró, consumieron cocaína.
En su declaración, Maximiliano Ramos dijo que el joven que denunció abusos mantenía “una relación de amor/odio con Devito”, el policía detenido y que ese vínculo tendría ciertos ribetes que, para él y en base al relato que expuso ante la fiscala Viviani, podrían explicar lo ocurrido en esa casa, hechos que, sostuvo, fueron consentidos.
En ese sentido, dijo que en el marco del consumo de cocaína vio la práctica de sexo oral que denunció la víctima, aunque no refirió la presencia de un arma de fuego en las manos de Devito obligándolo. También dijo que vio el momento en el que se introdujeron elemento en el cuerpo del denunciante, pero no consideró que hubiera sometimiento.
Esos, dijo fueorn los únicos hechos sexuales que vio esa noche. “Mi hermano les puso un freno a los dos”, dijo Mximilano Ramos. “Se abrazaban, se pegaban, debe ser por el efecto de las drogas”, declaró.
En su denuncia, la víctima refirió que además de someterlo sexualmente y golpearlo, lo llevaron al Hospital con el objetivo de que matara con una daga a un joven que está internado tras recibir un disparo de arma de fuego. Maximiliano Ramos declaró que el joven, su hermano y Devito “salieron juntos a pasear en el auto”.
Declaró además que el joven que denunció abuso tenía intenciones de robarle un arma y que le dijo que no medía las consecuencias de sus actos. “En un momento también estuvo acostado conmigo en la cama, cocinó un pollo al disco que estaba muy rico, estuvimos tomando mates”, dijo y aseguró que en el lugar también estuvo su harmana con su sobrino. A la víctima, refirió, le dijeron que “vaya al Hospital” porque “tenía golpes”.
Maximiliano Ramos señaló que su hermano Lucas “tiene muchos problemas con las drogas” y que a veces lo veía “como una calavera”. De la misma manera, señaló, solía verlo en ese estado a Isaías Luppi y a Devito, todo “muy inestables por el consumo de drogas”.
Al joven denunciante de abusos dijo que lo conocía y que alguna vez le dio trabajo y hasta “de comer a él, a la mamá, a la hermana” en 2019. También dijo haber compartido con todos, detenidos y denuncantes, noches de cocaína, marihuana, alcohol y sexo.
Ramos rechazó la acusación sobre “privación ilegítima de la libertad” y que ello pueden atestiguarlo vecinos del barrio y las cámaras de un comercio cercano al que la víctima habría ido solo. Señaló que había “una mujer rubia” que facilitó el auto para ir a buscar al joven y que los instrumentos que denunció como robados “los llevó él”.
En su declaración, Maximiliano Ramos construyó un relato en el que si bien no desmintió la existencia de la mayoría de los hechos señalados por el denunciante, intentó poner énfasis en que cada uno de ellos sucedieron sin imposición alguna por parte de los acusados y en el marco de una situación de consumo de drogas por parte de unos y otros.
Ramos prestó declaración indagatoria ante la fiscala María del Valle Viviani asistido por el reconocido abogado baraderense Diego Jeanmaire. Su declaración, de 13 páginas, incluyó respuestas a preguntas de la titular de la UFI 7, que lo mantiene imputado por “lesiones leves, privavación ilegítima de la libertad y hurto (dos hechos) en concurso real”. Permanece detenido en la sede Zárate de la Prefectura Naval.
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