A 5 años del asesinato de Jesús Gutiérrez, por errores judiciales todavía no hay culpables ni fecha para el juicio
El joven de 22 años fue baleado en Río Tala por un grupo que pasó en auto, amenazó con matar a todos y descerrajó más de 20 disparos contra el frente de una casa. Por el caso hay seis imputados y un solo detenido. Aunque la investigación terminó en 2016, errores de Fiscalía hicieron que se demore el juicio y todavía no hay condenas.
Este lunes 25 de enero se cumplen cinco años de la balacera que terminó con la vida de Jesús Gutiérrez, de 22 años, asesinado a tiros cuando estaba en la vereda frente a la casa de unos amigos en Río Tala. A pesar de que la investigación de la fiscala Ramos logró establecer responsabilidades y hasta detener a los acusados, todavía no hay culpables para la Justicia porque la propia Fiscalía cometió errores que derivaron en demoras para el juicio.
El episodio en el que resultó asesinado Gutiérrez ocurrió el 25 de enero de 2016. En septiembre de ese año, la titular de la Fiscalía 11, Viviana Ramos, dio por terminada la instrucción y pidió la elevación a juicio. Pero acordó un trámite abreviado con la Defensa en el que los imputados pasaron de seis a dos, por lo que desistió de acusar al resto. El Tribunal desechó el planteo y dictó la nulidad de ese acuerdo, por lo que ahora hay que esperar.
Es que para los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal Nº 1 no había manera de que sólo dos de los imputados fueran condenados y el resto quedara liberado de las acusaciones, porque si bien a Gutiérrez lo mató una bala que disparó uno de los protagonistas, los otros estuvieron involucrados en un hecho que implicó amenazas previas y la premeditación para disparar alrededor de 20 balazos contra una casa en cuya vereda había varias personas.
Así, los jueces ordenaron que el trámite de la causa continúe camino al juicio oral y público, lo que implica que debe haber sorteo de Tribunal y asignación de fecha para el debate. Del asesinato de Jesús Gutiérrez pasaron cinco años. Todavía no hay culpables.
Eran las 21.00 del lunes 25 de enero de 2016 cuando un automóvil bordó frenó en Lavalle al 271 de la localidad de Río Tala, vivienda de la familia Ledesma. De su interior descendió un joven con una pistola. A los gritos dijo: “Ahora voy a volver y los voy a matar a todos. Los vamos a cagar a tiros”. En la vereda estaban sentados José Ledesma, Roberto Benvenutto, María Altamirano, Yamil Ledesma, Jesús Gutiérrez y otras personas. La amenaza se hizo realidad alrededor de media hora después.
Desde unos 30 metros de la vivienda de Lavalle 271 salieron alrededor de 20 disparos de 9 mm y de escopeta. Según logró reconstruir la investigación, eran seis jóvenes los que estaban del lado de los que portaban armas de fuego. Todos fueron imputados por el asesinato de Jesús Gutiérrez y por intento de homicidio contra el resto.
El joven de 22 años recibió un disparo en el pecho que ingresó por la región dorsal derecha y salió por el hemitórax izquierdo. Lo mató una bala de pistola 9 mm. En la escena del crimen encontraron 5 vainas servidas de ese calibre, todas disparadas por la misma arma. Además, en las paredes quedaron múltiples impactos de proyectiles.
Los testimonios reconocieron a las personas que iban en el auto desde el que se produjo la amenaza y posterior balacera: Julio César “Jambao” Torres, Gabriel Omar “Bati” Ojeda, Ricardo Raúl “Pony” Almada, Héctor Fabricio Flores, Francisco Carlos Rodríguez y Elías Ezequiel Palacio. A Jambao Torres lo ubican con una pistola 9 mm en las manos y a Ezequiel Palacio con una escopeta. Al menos un testigo señala a otro de los imputados con un revólver calibre 22.
En medio de la balacera, los que estaban en la vereda da la casa de la familia Ledesma se arrojaron al piso y, arrastrándose, ingresaron a la vivienda. De allí observaron que los agresores huyeron en el mismo automóvil bordó.
Los testimonios recogidos indicaron que la situación fue provocada por enfrentamientos previos entre la novia de uno de los acusados y la pareja de uno de los habitantes de la casa de la familia Ledesma. El tiroteo fue la represalia de un grupo contra otro por ese entuerto.
Para el Tribunal, está acreditado que hubo un “acuerdo” entre los imputados para “terminar con la vida” de quienes estaban sentados en la vereda de la casa de la familia Ledesma, es decir que hubo “premeditación”, y que todo fue producto de un encono previo.
Por ello descartaron el criterio acordado por Fiscalía y Defensa para no considerar el agravante de la premeditación. Además, sostuvieron que en ese acuerdo no se respetó “el principio de congruencia” entre los hechos, la evidencia y el encuadre legal.
De la misma manera, el Tribunal no comprende por qué Ramos pretendía desistir de la acusación al resto de los imputados, teniendo en cuenta que “concurrieron armados al lugar y efectuaron disparos con la finalidad de dar muerte”. Es decir que si Jambao Torres es el único acusado del asesinato, el resto debe seguir siendo señalado por el delito de tentativa de homicidio.
La resolución del Tribunal que descartó el acuerdo de Ramos y la Defensa para el juicio abreviado tiene fecha del 20 de septiembre de 2020, cuatro años después del fin de la instrucción de la causa,
Ramos y la Defensa habían acordado condenar a 12 años de prisión a Torres; cuatro para Palacio; y absolución para el resto de los imputados inicialmente. El Tribunal rechazó ese acuerdo y ordenó seguir el trámite, con todos los imputados involucrados en un juicio que buscará condenar al responsable de matar a Gutiérrez y a los que intentaron asesinar al resto de los que estaban esa noche afuera de la casa de la familia Ledesma.
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