15 jugadores: 80.000 dólares
Está instalado en el inconsciente colectivo, que hablar de deportes implica principalmente conocer resultados, luego entender las tácticas y estrategias que los causan y por último las estadísticas. Lamentablemente, hace ya bastante tiempo que el deporte dejó de ser esa saludable actividad tan útil para el cuerpo como para la mente; por estos días es también muy útil al bolsillo. El caso UROBA-Tiro Federal, los otros números del deporte.
No existen muchos deportes donde los participantes de la disciplina después de golpearse violentamente dentro del campo de juego comparten un tiempo más, a título de agasajo por parte del equipo local al equipo visitante. Tanto se habla del rugby como un deporte de camaradería, donde se enseña caballerosidad e hidalguía a la hora de enfrentar una competencia que resulta difícil de creer la situación que se vive en San Pedro en lo que a rugby respecta.
El año pasado, y como suele suceder siempre en Argentina, a raíz de los buenos resultados de la Selección Nacional de Rugby desde los más fanáticos hasta los más desentendidos en el tema, comenzaron a incorporar a su vocabulario palabras como scrum, try, line out, apertura o full back. Parecían invadidos por un léxico ajeno pero propio de un deporte que no nos era familiar.
Desde sus comienzos y hasta la actualidad el rugby en la República Argentina es un deporte amateur. Esto significa particularmente que no existe por parte de los jugadores y clubes participantes un rédito económico a la hora de participar o “jugar”. Un jugador de fútbol cobra un salario en concepto de sus tareas en el campo de juego y de los entrenamientos diarios; los jugadores de rugby, en cambio, además de practicar este deporte deben desempeñarse profesionalmente en otra área. Muchos de los actuales jugadores de primera son doctores, psicólogos, abogados, etc. Los más afortunados son vendidos a Europa donde la disciplina está profesionalizada y por practicarla reciben una contrapartida monetaria.
Cualquiera que analice esta situación puede concluir rápidamente algo muy concreto, el rugby no es negocio. Como suele suceder en todos los casos, las conclusiones apresuradas juegan una mala pasada. Por estos días se produjo un hecho sin precedentes en la historia del rugby argentino. Una unión de rugby pretende cobrarle a un club 80.000 dólares para su desafiliación. La UROBA pidió a través de un acta firmada por su comisión directiva, esta suma de dinero al Club Tiro Federal de San Pedro, conocido como “Los Biguá”.
Algunos datos claves para entender esta situación. El rugby argentino está dividido en uniones determinadas geográficamente. Por supuesto y debido a su administración autárquica algunas uniones tienen una mayor calidad de competencia que otras. En este sentido cabe destacar que lo que hace que una unión sea más competitiva que otra no radica sólo en el aspecto deportivo. Están involucrados, también, factores de índole económica, política y social que acrecientan o disminuyen el nivel que una unión puede ostentar sobre otra.
Claro está que un club de rugby preferiría pertenecer a una unión de mayor prestigio que a una cuya competitividad sea de un nivel más bajo. El torneo de rugby más importante a nivel local es, sin dudas, el organizado por la Unión de Rugby de Buenos Aires (URBA). En esta competencia, por ejemplo, están puestas las miradas internacionales sobre los talentos argentinos que tanto deslumbraron al mundo en el último mundial. Sobre este torneo también están depositados los contratos que la cadena ESPN ofrece por la televisación, ya que los mejores equipos de nuestro país se desempeñan en esta competencia.
Este año y por primera vez en su historia, dando acabadas muestras de su potencial deportivo, Tiro Federal de San Pedro tiene la posibilidad de formar parte del torneo de mayor relevancia nacional en lo que a este deporte respecta; y con esto la posibilidad de mostrar su potencial al país y al mundo, además de participar de una competencia ordenada y responsable. Vienen aparejados muchísimos beneficios de toda índole que exceden a lo meramente deportivo. Dentro de los requisitos que la URBA solicita para poder realizar la afiliación correspondiente se encuentra el libre deuda emitido por la unión a la que hasta el momento se pertenece. Fue aquí donde se suscitó el conflicto, la UROBA se negó a proveer a Tiro Federal del certificado correspondiente aduciendo que para hacerlo el club debería abonar un resarcimiento económico en concepto de todo lo que la unión aportó su crecimiento.
Los jugadores de Tiro Federal, en todas sus categorías, desde inferiores hasta la primera, abonan una cuota para poder jugar; a esta cuota se agregan sumas de dinero erogadas en concepto de pasajes, indumentaria deportiva y por último un seguro médico que es requisito sin equa non a la hora de practicar un deporte de alto riesgo como este. La competencia de la UROBA ha bajado considerablemente su nivel en este último tiempo; son frecuentes las ausencias sin aviso de los equipos visitantes por imposibilidades a la hora de transportarse y otro tipo de inconvenientes que ha dejado a los clubes pertenecientes varias jornadas sin jugar. Es natural la idea de progresar en cualquier ámbito de la vida y la competencia deportiva no debería ser la excepción. En una sociedad democrática donde deben estar garantizadas las libertades, resulta irrisorio que alguien deba comprar esa libertad; cualquiera fuera el costo, 80.000 dólares o 5 pesos; sin ninguna razón aparente más allá del capricho de los directivos de UROBA.
Según las declaraciones del presidente de la unión a la que todavía pertenecen “Los Biguá”, la resolución fue firmada en un acta por toda la comisión directiva y no puede ser anulada. Ahora es el turno de la Unión Argentina de Rugby (UAR) de expedirse en la materia. Se hace indispensable entonces analizar cual es el mecanismo.
Todas las semanas en la sede que la UAR posee en Rivadavia 1227 de la Capital Federal, se reúnen todos los presidentes de las diferentes uniones que nuclear al rugby argentino para decidir cuestiones que le competen a todos los clubes del país. Sin ir más lejos y a modo de ejemplo, la semana pasada estuvieron reunidos hasta largas horas de la noche discutiendo las reformas al estatuto de la Unión para evaluar la posibilidad de profesionalizar el rugby con el fin de obtener beneficios económicos internacionales. Triunfó el amateurismo y el estatuto no va a ser reformado por ahora. De acuerdo a lo manifestado por la UROBA esta semana se trataría el tema de Tiro Federal. Sin embargo fuentes directas de la UAR confirmaron que el tópico no estaba en el orden del día y que sólo se trataría si alguno de los miembros trae el tema a colación.
¿Cómo se deciden estas cosas? Esta claro que a la hora de votar no tienen el mismo peso una unión que nuclea a los clubes más importantes del país que aquella que ya sea, en calidad deportiva o en cantidad, tenga un nivel menor. Esta diferencia está reglamentada en un complejo sistema de puntos cuya asignación depende principalmente de la cantidad de clubes que cada unión represente. Mientras más clubes pertenecen a la unión más poder se tiene a la hora de votar. A nivel político, entonces, no conviene que los clubes se desafilien y pasen a darle más poder a la unión de enfrente.
Mientras en grandes oficinas hombres de traje se sientan alrededor de una mesa larga de roble para definir cuestiones de índole política y económica, muy lejos de allí y por la costanera sampedrina la escena es triste. Semana a semana chicos de entre 6 y 20 años entrenan fuertemente sin tener en su cabeza al rival del fin de semana. Con lluvia, con viento, con frío o con calor se acercan para disfrutar del deporte que eligen día a día sabiendo que cuando llegue el sábado verán por televisión un torneo del cual podrían estar formando parte. Una situación que pudo haber sido una realidad y que ahora es tan sólo una ilusión por culpa de gente que decidió ponerle un precio a su libertad.
UAR = AFA?
Pese a la iniciativa particular de uno de los entrenadores, Roberto “Peto” Ramognino quien mediante una carta logró atravesar las fronteras del “no se puede”, el tema será con suerte y mucha presión definido esta noche, siempre y cuando alguien decida plantearlo. Claro, no es lo mismo lo que forma parte de los secretos que aquello que cobra repercusión pública y eso es lo que sucedió con las reflexiones de Ramognino.
Con al claro y bochornoso ejemplo de la AFA, a ningún integrante de la Unión Argentina de Rugby le gustaría resistir una comparación. Ese será probablemente el único disparador para una decisión sensata y adecuada a la filosofía de este noble deporte que practican con entusiasmo los chicos de Tiro. Sería francamente un gran papelón que se sepa en los medios nacionales que un Club de pueblo deber pagar 80.000 dólares por su libertad.