Saint Amant II: Culminó la séptima jornada de audiencias
Testigos de las causas Hofer y Reynoso declararon este miércoles en el salón dorado de la municipalidad. Se espera que mañana jueves se presente el exintendente Donatti quien no pudo asistir la semana pasada por problemas de salud.
Este miércoles los testimonios se prolongaron hasta las 14.40 cuando terminó de declarar Adelina Fosatti, vecina de Miguel Di Pasqua. Un hombre de Baradero secuestrado y desaparecido.
La palabra de Adalberto Pascual Rapalini, detenido durante la última dictadura militar, fue uno de los testimonios que se escuchó este miércoles.
“Yo estaba en mi casa, en esa época trabajaba en Agua y Energía”, comenzó diciendo Rapalini para luego relatar: “Vino mi exseñora y me dijo que me buscaba un señor, Guerrina. Salí para atenderlo y él me dijo que tenía que acompañarlo a la comisaría. Tanto él como la otra persona que lo acompañaba estaba vestido de civil”.
“Pregunté: ‘qué pasa, qué problema tenía’ y la respuesta de los oficiales de policía fue: ‘Tenés que venir porque tenés una contravención’. Me cambie mi ropa de trabajo y salí. Me subieron en un auto y volví después de 6 meses”, completó.
Según pudo precisar Rapalini, tanto a él como a su hermano que lo secuestraron el mismo día, primero lo llevaron a la Comisaría de Baradero, a una oficina. “Me dejan y me dicen que espere. Llegada la noche me sacan las zapatillas, el cinto, todo lo que tenía y me trasladan a un camión con destino a San Nicolás. El vehículo paró sólo bajo la ruta 9 y 191, se escuchó unas voz y seguimos”.
“Llegamos y bajamos del celular, de ese camión. Ahí vimos como llegaban otros camiones. Como los bajaban a culatazos, golpes, golpes de puño y patadas. Nos llevan a una celda que era para tres y estábamos 8 personas”.
Consultado por si al momento de su secuestro militaba, Rapalini contestó que “no” y que sólo acompañaba a su madre que en esa época era candidata a Diputada Provincial.
Durante su exposición tuvo que pararse frente a tres de los acusados y señalar cuál era Guerrina. “El de la derecha de traje blanco”, dijo sin temor.
Posteriormente declaró Juan Muredas, un jubilado del Banco Provincia, testigo del secuestro de Rubén Reynoso.
“En 1976 yo vivía donde vivo ahora, frente a la casas de los Reynoso. Los conozco de toda la vida”, contó y relató el día del secuestro de Rubén: “Ese día, de no recuerdo que mes, yo venía del banco de hacer un depósito. Cuando llego a mi casa, dejo el auto y en ese momento llegan unas camionetas. Se bajan unos hombres corriendo. Se metieron en la casa. A mí también me metieron en la casa y me taparon con una manta. Me dijeron: ‘no mires nada’”.
“Eran camionetas. Todas Ford F100 doble cabina y color verde”, describió Muredas y aseguró que todas las personas que descendieron de ellas lo hicieron “armadas”.
“Cuando pude espiar un poco mire y vi que había dos en el suelo. Vi eso y me apoyaron la mano en la espalda e insistieron: ‘No mires, tranquilizate porque a vos no te vamos a molestar”, contó y aseguró que “fue un momento traumático”.
“Rompieron platos revisando muebles. Cuando se iban nos gritaron: ‘no salgan hasta dentro de unos minutos porque vamos a dejar una bomba afuera’”.
“Nunca se supo nada más hasta que después nos enteramos que lo habían dado por desaparecido. De esto ni hablamos con Don Reynoso, después el viejito falleció”, completó su relato Muredas.
“En mi vida es algo que ni a mis hijos les he contado. Repercute de una forma media rara. Es una parte que uno agarra con una goma y lo borra. Es tan grande el susto que uno se pega. Me arrinconaron, me pusieron esa lona en la cabeza y ahí el susto, nada más”, culminó su declaración Muredas.
Por último testimonió María Adelina Fosatti de Baradero, vecina de Miguel Di Pasqua. La mujer contó qué vio el día que “se lo llevaron”.
“Lo recuerdo muy bien porque yo llegaba a mi casa y veo del lado de la estación dos vehículos que venían en contramano. Me quedé mirando. Se bajaron 4 ó 5 personas de cada auto. Creí que le iban a robar”, dijo.
“Se bajó un hombre con sombrero grande y piloto, ametralladora. Me dijo barbaridades para que me meta dentro de mi casa. Me descompuse. Me fui para el lado de atrás de la casa, no pude entrar. Volví al frente y me volvieron a insistir que entre. Entré”, relató.
“Temblé toda la noche. Pensé que le estaban robando al de enfrente. Nunca sospeché nada de mi vecino. Cuando me levanto a la mañana me entero que había sucedido tal cosa. Que le habían sacado casi todas las cosas de la casa y que se lo habían llevado”, contó sobre la desaparición de Di Pasqua.
Finalizado el relato de Fosatti concluyó la séptima jornada. Mañana continuarán tomando declaración a testigos relacionados con la causa Hofer y Reynoso.
Se espera que el exintendente Donatti pueda asistir al Salón Dorado. La semana pasada justificó su ausencia con un certificado médico.