Otro fin de semana de Guardia colapsada y un conflicto que pone en riesgo a la población
El servicio de emergencia y la terapia intensiva colapsaron el fin de semana, en medio de diversos accidentes. La ausencia de médicos por licencias y las dificultades para encontrar reemplazos. El diálogo está cortado entre Macchia y Noto por un lado, y Oberse y Acosta por el otro. Un festejo por sobresueldos que duró muy poco.
El conflicto entre los médicos de la Guardia y el Ejecutivo municipal no cesó, a pesar de haber bajado los decibeles de exposición pública desde ambas partes luego del encontronazo en el despacho del intendente tras la difusión de los audios que hizo Sin Galera y que provocó indignación en la comunidad, que entendía que el reclamo profesional podía ser justo pero empezó a dudar de los métodos.
La carpa desde entonces no tuvo mayor actividad, aunque está instalada afuera de la Guardia, y el Gobierno se llamó a silencio, sobre todo luego de que el sumario contra Alarcón y Leo comenzara a diluirse ante la imposibilidad de probar que son sus voces las que llamaban en los audios a vaciar el servicio y desestabilizar tanto al Director del Hospital Diego Noto como al intendente Giovanettoni.
El fin de semana pasado Emergencias y Terapia Intensiva se vieron colapsadas. La gran cantidad de accidentes registrados, una clínica llena y la otra de paro (con el CEM que llevaba todo a la Guardia), y la ausencia, una vez más, de médicos sin reemplazo fueron un combo que derivó en dificultades para la atención y hasta en la agresión física a una telefonisa por parte de personas que esperaban para ser atendidas.
Colapso y reclamos
Juan Oberse, delegado sindical de los médicos afiliados al Sindicato Único que conduce Juan Cruz Acosta, dijo a La Opinión que las situaciones críticas derivadas de accidentes colapsaron la capacidad de la Guardia producto de la falta de recursos humanos. En ese sentido, apuntó al Gobierno por la falta de cumplimiento ante sus reclamos.
Consultado respecto de las dificultades para alcanzar un entendimiento en tanto tiempo de disputa, aseguró que “hay falta de voluntad política para solucionar” el conflicto.
Los médicos piden un profesional de refuerzo para que haya tres en Guardia, uno en 107 y uno en traslados todos los fines de semana. El problema es que el Ejecutivo no consigue trabajadores de la salud para cubrir los cargos que quedan vacantes por licencias que, casualidad o no, cada vez son más asiduas.
“A nosotros nos resulta imposible cubrir demanda, refuerzos, vacaciones, licencias, son 24 horas y salís con la cabza quemada, no podés venir al otro día a reemplazar a un compañero, porque es física y pisicológicamente imposible”, aseguró Oberse.
Los profesionales de la Guardia que provienen de Rosario tienen una respuesta a la falta de cobertura de los cargos a la que se enfrenta el Secretario de Desarrollo Social a cargo de Salud Nicolás Macchia: la propia impericia del Gobierno.
Aseguran que la falta de pago de viáticos, el abono del salario fuera de tiempo, el aguinaldo en cuotas y las guardias desdobladas son motivos que a la hora de poner en la balanza hacen que sus colegas de la ciudad santafesina prefieran desistir de venir a trabajar.
Si por un lado es cierto que el Estado local tiene dificultades para cumplir, no es menos cierto que el anuncio de los audios del grupo de Whatsapp acerca de hacerle “mala prensa” a la ciudad funcionó por acción u omisión de parte de los propios médicos que cumplen tareas en el Hospital sampedrino.
Para Oberse la solución “es simple”: contratar “cuatro o cinco médicos más, acomodar el tema de los pagos en tiempo y forma, y que paguen los viáticos”. Aseguró que “eso es todo”. Sin embargo, desde principios de año, cuando asuimó Creus en Salud, las demandas cambian de acuerdo a cómo se desarrolla la relación entre las partes.
Para el médico delegado, que falte uno de sus compañeros se nota mucho porque están ajustados en la cobertura. “No estamos vaciando la guardia por el conflicto”, repitió en más de una oportunidad durante el diálogo que mantuvo con La Opinión ayer.
Especializado en medicina del trabajo, Oberse sostiene que un análisis de las ausencias de sus compañeros no muestra un incremento en las faltas, como sostienen desde el Gobierno, y considera que Emergencias es un servicio “muy estresante”, a lo que obedecen las múltiples licencias médicas de los profesionales de la Guardia.
“Si renunciamos los médicos de Rosario, se cae el sistema de salud”, dijo y señaló que lo que dicen los audios -negados por Alarcón y Leo en el marco del sumario- no fue más que expresiones “en un momento de calentura y de enojo” que no tuvo correlato en la práctica.
Sin diálogo y con pocas armas
En la actualidad, no hay instancia de diálogo entre las partes. En el Gobierno consideran que es necesario que al menos levanten la vacía carpa de la puerta de la Guardia como gesto de buena voluntad. Por otro lado, entienden que el anunciado “hostigamiento contra Noto” nunca cesó.
Enfrente, al Director del Hospital le reprochan haber cambiado su posición respecto de la que tenía cuando era un compañero del llano, antes de asumir en el cargo.
“El primero que tiene que venir es el Director. Lo escucho hablar y no lo puedo creer”, dijo Oberse y cuestionó a Noto: “No hay liderazgo ni para sentarse a hablar, no viene ni a abrir la instancia”.
Mientras tanto, un paciente de una clínica contó que tuvo que esperar a una médica durante mucho tiempo y que cuando apareció la profesional le dijo: “Qué tienen contra nosotros los sampedrinos”.
De lado del Gobierno, el Secretario de Desarrollo Social a cargo de Salud Nicolás Macchia entiende que todo lo firmado por Creus en nombre del Gobierno en el Ministerio de Trabajo es posible de cumplir con el personal existente, aunque no deja de reconocer las dificultades para acrecentarlo.
Como logro, muestran que ya no tienen médicos en negro, una obligación cuya falta de cumplimiento suena insólita pero no tanto en un San Pedro cada vez más cerca de Macondo.
Duró poco el festejo
“No sé si se dieron cuenta que nos pagaron el aguinaldo de diciembre de 2014 dos veces”, dijo entre risas una médica del servicio a un compañero suyo que la leía desde la comodidad de su casa, donde cumple una licencia médica que el Gobierno local no puede comprobar por las dificultades operativas que comporta.
“Una buena para nosotros, aunque sea”, celebró la misma profesional, sin atisbo de intención alguna de devolver lo que todos los sampedrinos presuntamente le pagaron de más.
En la explicación a su compañero, agregó: “Nos tenían que pagar sólo tres cuotas a nosotros y nos liquidaron seis, como a Cicop, jejeje”.
Lo que no sabía la médica en cuestión es que el sistema obligó al Gobierno a pasar toda la deuda de 2014 a 2015, entera, por lo que formalmente se les liquidó ambas mitades del sueldo anual complementario pero el monto “de más” fue descontado en la misma cantidad de cuotas cada vez que les abonaban las guardias.
Los profesionales oriundos de Rosario habían sido beneficiados con un adelanto del aguinaldo antes de fin de año, en la época en la que se ufanaban de ser “el sostén del sistema de salud” ante la multiplicidad de paro de los de Cicop, cuando el Gobierno de Guacone contemplaba esa situación y les facilitaba algunos guiños.
Tantos, que la Justicia todavía tiene bajo investigación una causa penal por malversación de fondos en la que se procura establecer por qué el Ejecutivo gastaba tanto dinero en guardias en aquella época.