Operativo en el cementerio por la causa de los residuos patogénicos
La Fiscala Ates, Policía Científica y Bomberos trabajaban este miércoles en la zona donde el Gobierno enterró residuos patogénicos no cortopunzantes. La causa comenzó por una denuncia de los concejales Sánchez Negrete y Ariel Ramanzini tras varias tapas de La Opinión. Borgo había confirmado a este medio el entierro de ese material y Sualdea lo contradijo.
Este miércoles, diez meses después de que La Opinión revelara que el Gobierno municipal había enterrado residuos patológicos del Hospital, la Justicia ordenó un operativo en la zona del cementerio donde se produjo el depósito.
La Fiscala Gabriela Ates encabeza las tareas junto a personal de Policía Científica y Bomberos, con una retroexcavadora. Están en busca de rastros de lo que fue el entierro de residuos patogénicos no cortopunzantes en ese lugar, tal como confirmó en su momento a este semanario el entonces administrador del Hospital Roberto Borgo.
Las tapas de La Opinión sobre el tema derivaron en una denuncia penal presentada en Fiscalía por los concejales Ariel Ramanzini y Mario Sánchez Negrete en la que pidieron se investigue la presunta comisión de delitos relacionados con la mala disposición final de los residuos patogénicos, cuya ley es estricta.
Antes de Navidad, el sindicalista Marcelo Marelli había lanzado sospechas al respecto, en medio del corte del servicio de la empresa Econorba, que retiraba esos residuos del Hospital, a quien el Municipio le adeudaba una cantidad de meses.
Roberto Borgo le dijo en ese momento a La Opinión que habían ordenado enterrar residuos patogénicos de procedencia biológica, aunque no así los corto punzantes, como jeringas, porque “había que sacarlos” ya que había “riesgo de descomposición”.
Una semana después, el Secretario de Salud Javier Sualdea fue citado al Concejo Deliberante y contradijo a su compañero de gabinete al señalar que “nunca” enterraron nada en el cementerio, que es “habitual” que haya residuos en esa zona y que “no pertenecen” al Hospital.