El 2017 llegó con calor, sol y lluvia
El viernes hubo previas en los clubes y despedidas de año en diversos puntos de la ciudad, en una jornada de sol y altas temperaturas. El sábado, uno de los días más calurosos del verano que recién comienza, las celebraciones de fin de año fueron multitudinarias. Hubo fiestas en predios privados, improvisados festejos en espacios públicos, todo bajo una llovizna persistente que se transformó en aguacero.
San Pedro despidió 2016 y recibió 2017 con una multiplicidad de opciones que hicieron que haya disfrute para todos, con espacios diversos que permitieron que cada cual celebre de acuerdo a lo que mejor le cuadrara.
Desde el viernes, cuando los clubes de la costa llevaron adelante sus “previas” de fin de año, la idea contagió a muchos otros que en casas de familiares o amigos, en casas quintas alquiladas para la ocasión, o en campings pasaron una jornada de pileta o río.
Ya el sábado, las reuniones en patios y veredas, luego de un día de muy altas temperaturas, fueron la postal para la cena de fin de año, hasta con parrillas instaladas en la calle. Tras el brindis y unos pocos cohetes, la zona costanera y el boulevard fueron epicentro de los festejos.
Previas multitudinarias
Sin bailes de fin de año, los clubes de la costa Náutico y Pescadores hicieron previa el viernes. Pescadores recibió el último día del año con alrededor de 3.000 personas que, entre socios y vecinos que se sumaron, disfrutaron de la jornada desde el mediodía.
Miguel y la Urband, Supersound, el dúo Oscar y Gaby y Sherman Rivas fueron los encargados de ponerle ritmo a una noche en la que bailaron todos.
En el Náutico, como cada año, el Día del Socio estuvo colmado. Desde temprano, los habitués de la institución costera llegaron incluso a hacer cola para elegir lugar y tener una parrilla disponible para el asado del mediodía.
Las zonas de playa estuvieron llenas desde temprano. La música acompañó con la banda de rock Alter Ego, Basiliki San Folk y Super Sound. Luego, bailaron hasta pasada la medianoche en un clima de fiesta que tuvo su momento complicado cuando hubo que llamar al CEM para trasladar a Francisco López, quien se descompensó en la zona de Punta Pavita (ver página 7).
La previa del Náutico tenía además un fin solidario: durante toda la jornada recibieron productos de limpieza e higiene personal para ser donados al Hogar María de Gomendio.
Año nuevo bajo la lluvia
El intenso calor de la tarde del sábado hacía presagiar que el Servicio Meteorológico Nacional no se equivocaría con el pronóstico de lluvias y así fue.
Aun así, como el aguacero llegó entrada la madrugada, todas las fiestas previstas comenzaron y se mantuvieron a pesar de la llovizna suave pero persistente, hasta que el chaparrón fue demasiado y hubo que huir.
El evento de mayor convocatoria fue el del Tiro Federal. El Illumination New Year Festival, organizado por los jóvenes bolicheros locales de HH Club junto a la productora Non Stop, de Ramallo, cuando el Náutico anunció que no haría su tradicional baile, apostó y ganó.
Con luces y sonido nunca vistos en una fiesta de estas características, fue la más elegida por los sampedrinos, que bailaron y celebraron en la cancha de rugby hasta entrada la madrugada, bajo la llovizna y hasta que el personal de seguridad contratado para la técnica recomendó suspender todo para evitar riesgos ante la tormenta eléctrica.
Eso fue luego de que quitaran la alimentación del sector VIP y de la barra. Al momento de la desconcentración la lluvia era torrencial. Sin embargo hubo una coordinada tarea para que la gente saliera, lo que dio cuentas de que la organización estaba preparada, más allá de algunos descuidos iniciales.
El Illumination New Year Festival, que generó polémica durante la semana previa porque los organizadores no habían completado los requisitos sino hasta unos pocos días antes, fue considerado “un hecho histórico” por los responsables, quienes ya anunciaron que esta primera experiencia se repetirá el año que viene.
Muchos eligieron no concurrir a espacios organizados y se quedaron en la calle. Hubo algunos cortes en esquinas donde familias de una misma cuadra se unieron para seguir la fiesta luego del brindis.
El sector más elegido fue de la plazoleta Fray Cayetano Rodríguez. De lado de la denominada “medialuna”, decenas de autos y motos colmaron la calle. La vereda contra la barranca y la propia plazoleta fueron los sitios en los que se ubicaron jóvenes y no tanto, con conservadoras y música que sonaba desde los vehículos.
Hacia el norte, en los miradores, otros grupos hicieron su propia fiesta de año nuevo. Se vieron guitarras y se escucharon cánticos a coro hasta entrada la madrugada, aquí también bajo la llovizna.
En la primera cuadra de calle Pellegrini, entre el Boulevard y la Municipalidad, una muchedumbre bailó y cantó con el show de Kukato, que con un potente equipo de audio y luces –que provocó por momentos inconvenientes eléctricos a los vecinos, incluido el hotel Costa Azul– brindó su espectáculo antes de dejar lugar a un DJ dispuesto para la ocasión.
Aquí también se vieron conservadoras y termos con bebidas alcohólicas: vino, cerveza, espumante, vodka y otras tantas “espirituosas” que acompañaron la madrugada de baile.
Entre el público, la mayoría joven, había quienes continuaron la tradición de otras generaciones y se vistieron de gala, con vestidos largos ellas o camisas de vestir entre los varones. Otros, la mayoría, optaron por shorts y bermudas, musculosas y remeras, polleras de uso diario, ojotas y hasta se vio a chicas en bikini.
Cuando la llovizna persistente empezó a mojar, se terminó la música pero no la fiesta. La gente siguió agolpada bajo los árboles y bajo el agua, bebiendo y charlando. Sin embargo, cuando el aguacero fue demasiado, muchos corrieron en busca de un lugar donde guarecerse o hacia los vehículos para irse a casa, empapados.
La Secretaría de Seguridad dispuso un operativo conjunto con Policía, aunque no hubo secuestro de automóviles. Esta vez, con menos intención de hacer infracciones que de guiar el camino de regreso, su presencia fue más bien disuasiva para quienes a pesar de las contingencias climáticas pisaban un poco el acelerador.
Pirotecnia, poca
Estimaciones para la mayoría de las ciudades del país dan cuentas de que el uso de la pirotecnia bajó este año en relación a los últimos.
En el caso de San Pedro, dosgrandes factores son los que influyeron: por un lado, como en el resto del territorio nacional, el elevado costo de los cohetes y el proceso inflacionario en general; por el otro, la ordenanza de “Pirotecnia Cero”, en su primer año de vigencia.
Aunque en muchos comercios de barriovendían de manera clandestina –como en la despensa del denominado “Concejal Cohete”, que hizo caso omiso a la norma vigente hasta que La Opinión lo reveló–, en general no hubo tantos estruendos como en otras oportunidades.
Comprar era más difícil porque esta vez no había puestos de empresas como Cienfuegos –que hizo juicio a San Pedro, Bahía Blanca, Santa Rosa (La Pampa) y al Renar por las prohibiciones–, por lo que había que recurrir a otras ciudades o a los que compraron a los proveedores que eligieron no respetar la ordenanza.